domingo, 18 de julio de 2021

 

Maruja Mallo (nacida como Ana Marìa Gómez González Viveiro Lugo, 5 de enero de 1902 Madrid 6 de febrero de 1995 ) fue una pintora surrealista española. Está considerada como artista de la generacion del 27 dentro de la denominada vanguardia interior española.


Trayectoria: 

Primeros años Fue la cuarta hija de los catorce que tuvo el matrimonio formado por el madrileño Justo Gómez Mallo (funcionario del Cuerpo de Aduanas) y María  del Pilar González Lorenzo (de ascendencia gallega). El escultor Cristino Mallo (nacido en Tuy en 1905) era uno de sus hermanos. Ambos hermanos utilizarón el segundo apellido de su padre.


Debido al trabajo de su padre la familia se trasladaba con frecuencia y, por ello, después del nacimiento de su hermano, la familia se trasladó a Avilés, donde permanecierón desde 1913 a 1922. De esta manera Mallo comenzó su formaciòn en la Escuela de Artes y Oficios y en estudios particulares. Allí trabó amistad con el pintor avilesino Luis Bayón.


En 1922 con veinte años, y en un nuevo traslado  de la familia a Madrid, entró a estudiar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Henares donde estuvo hasta 1926, como también hizo su hermano Cristino desde 1923, mientras asistían también a la Academia Libre de Julio Moisés. En Madrid se relacionó con artistas, escritores y cineastas de la Generación del 27 como Concha Mèndez, Salvador Dalí, Ernesto Gimenez Caballero, Gregorio Prieto, Federico Garcìa  Lorca, Margarita Manso, Luis Buñuel, Marìa Zambrano o Rafael Albertì, con el que mantendra una relaciòn hasta que èl conozca a Marìa Teresa de Leòn. Dalì la definirà como mitad àngel, mitad marisco. Frecuentaba el Lyceum club Femenino. 


 


Una anécdota relatada por ella dio lugar a la denominación de varias de estas mujeres como las sin sombrero.


En 1927, año en que murio su madre, tomò parte activa en la primera Escuela de Vallecas, una propuesta "plástico-poética " del escultor Alberto Sànchez y el pintor Benjamìn Palencia.


Durante esa década 1920 trabajò asimismo para nuemerosas publicaciones literarias como la Revista de Occidente, La Gaceta Literaria o el Almanaque Literario, y realizó portadas de varios libros. Maruja Mallo organizò su primera exposición en 1928 en los salones de la Revista de Occidente, que obtuvo un gran éxito. Exhibió diez óleos que representaban poblados llenos de sol, toreros y manolas, así como estampas coloreadas de maquinaria, deportes y cine de principios de siglo. La exposición fue todo un acontecimiento cultural en Madrid. En esta época la pintura de Mallo seguía la línea de la nueva objetividad o realismo mágico, teorizado por Franz Roh en un libro de este titulo de 1925.


Años treinta y Guerra Civil: Colaboró intensamente con Alberti (con quien mantuvo una relación amorosa) hasta 1931, quedando constancia de este trabajo conjunto los decorados del drama Santa Casilda (1930) y La pájara Pinta (publicada en 1932), testimonios en libros como Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos(1929) y en Sermones y morados (1930).  En estos años pinta la serie Cloacas y Campanarios, cercana a los planteamientos de la Escuela de Vallecas de la que formó  parte.

En 1932 obtuvo una pensión de la Junta de Ampliaciòn de Estudios para ir Parìs donde conociò a Renè Magritte, Max Ernst, Joan Miró y Giorgio  de Chirico y participò en tertulias con Andrè Breton y Paul Èluard. Su primera exposiciòn en Parìs tuvo lugar en la Galerìa Pierre. Allí comenzò su etapa surrealista. Su pintura cambiò radicalmente y alcanzò una gran maestria, tanto que Breton le compro en 1932 el cuadro titulado Espantapàjaros, obra pintada 1929, poblada de espectros que hoy es considerada una de las grandes obras del surrealismo. Surgió una amistad entre Mallo y Breton, quien le puso en contacto con Jean Cassou, Picasso, Jean Arp, René Magritte y el grupo Abstratiòn -Creatiòn, del que formaba parte Joaquìn Torres Garcìa. 


Regresò a Madrid en 1933 y participò activamente en la Sociedad de Artistas Ibèricos. Para entonces el gobierno francés habia comprado uno de sus cuadros  para exponerlo en el Museo Nacional de Arte Moderno. Iniciò una etapa en la que destaca el interès por el orden geomètrico e interno de la naturaleza.


Ese mismo año, Maruja Mallo comprometida con la República, desarrollo una triple dedicación docente como profesora de Dibujo en el Instituto de Arèvalo (donde ganó la càtedra de dibujo) en el Instituto Escuela de Madrid y en la Escuela de Cerámica de Madrid para la que diseñó una serie de platos que no se conservan, para la realización de los cuales había estado estudiando matemàticas y geometria con finalidad de utilizar esos conocimientos en la cerámica.


Frecuentò a Miguel Hernàndez (con quien mantuvo una relación amorosa). Además juntos planearon el drama Los hijos de la piedra, inspirado en los sucesos de Casas Viejas y de Asturias. A la influencia de Mallo se deben las cuatro composiciones que el poeta desgajò del El rayo que no cesa bajo el nombre de Imagen de tu huella, 18 de los 30 poemas de esa obra. En 1934 volvió a  tratar a Pablo Neruda, a quien ya habia conocido en Parìs.


Durante 1935 preparó la escenografia y los figurines de la òpera de Rodolfo Halffter Clavileño que  que no llegó a estrenarse.


A partir de 1936, comenzò su etapa constructiva, mientras seguía exponiendo con los pintores surrealistas en Londres y Barcelona, Participó como docente en las Misiones Pedagógicas, que la acercaron a su tierra natal Galicia, donde a los pocos meses le sorprendiò la Guerra Civil. En mayo de 1936 tuvo lugar su tercera exposición individual organizada por ADLAN  en el centro de Estudios e Información de la Construcción en la Carrera de San Jeronìmo de Madrid con la serie de dieciséis cuadros de Cloacas y Campanarios, la serie de doce obras de Arquitecturas minerales y vegetales, y diecisèis dibujos de Construcciones rurales, que publicaría en 1949 la Libreria Clan, con pròlogo de Jean Cassou. Relizó por aquel entonces con Ángel Planells una exposición de surrealismo internacional en las New Burlington Galleries de Londres.


Al estallar la Guerra Civil, Mayo huyò a Portugal, donde fue recibida por Gabriela Mistral, quien en aquel momento era embajadora de Chile en Portugal. Toda su obra de ceràmica de esta época fue destruida en la  guerra civil. Poco tiempo despùes, su amiga Gabriela Mistral, le ayudó a trasladarse a Buenos Aires, tras recibir una invitación de la Asociación de Amigos del Arte para dar una serie de conferencias sobre la temática popular en la plástica española, Proceso hístorico de la forma en las artes plásticas, en Montevideo y luego en Buenos Aires iniciando así su exilio.


Exilio: En Argentina recibió un ràpido reconocimiento, colaboró en la revista de vanguardia Sur, dirigida por Victoria Ocampo, en la que también participaba Borges. Se dedicó a viajar, viviendo entre Urugay y Buenos Aires, a diseñar y pintar. También realizó exposiciones en Pàris, Brasil y Nueva York. Continuó la via iniciada con Sorpresa del trigo con obras como Arquitectura humana, Canto de espigas y mensaje del mar. Pintó la Serie Marina, armonías lunares en colores plata y gris. Otra influencia de esta época es el sol que queda reflejada en la Serie Terrestre, armonías solares, en ocres y dorados. En la serie de las Máscaras, Mallo se inspiró directamente en los cultos sincréticos de las Américas.


Se encontrò con su amigo Alfonso Reyes, embajador de Méxco en Argentina, con quien permaneció hasta 1938, año en èl regreso a México. El 2 de agosto de 1938 se estrenó la Cantata en la tumba de Federico García Lorca, de Alfonso Reyes con música de Jaime Pahissa y escenografia suya. Ese mismo año la revista Sur publicó su conferencia Lo popular en la plástica española a través de mi obra, que el año siguiente fue publicado en libro por la editorial Losada.


En 1939 viajò a Santiago de Chile, donde fue invitada para pronunciar un ciclo de conferencias- Aprovechó su estancia en este pais para visitar Valparaìso y conocer las playas de Chile. De su paso por Buenos Aires, el Museo del Dibujo y la Ilustración, tiene en su colección dos tèmperas sobre papel, representando animales mitad real y mitad fantasticos. Empezò a pintar especialmente retratos de mujeres, cuyo estilo es precursor del arte pop estadounidense. En 1940 viajò nuevamente a Montevideo y visitó las playas atlánticas de Punta del Este y Punta Ballena.

En 1942 se publicò el libro Maruja Mallo, con un texto previo de Rámon Gòmez de la Serna y donde se reproducen textos de la autora. En 1945, viajò Chile y se traslado a Viña del Mar y la Isla de Pascua, junto a su amigo Pablo Neruda, buscando inspiración para realizar el encargo de un mural en un cine de Buenos Aires, que se inauguraria en octubre de ese mismo año. El 11 de octubre de 1948 realizò una exposiciòn en la galeria Carroll Carstairs de Nueva York. En 1949 Mallo dejò Argentina y se trasladó a vivir a Nueva York. En marzo de 1950 expuso en la Galerie Silvagni de París y, en 1959 en la galeria Bonino de Buenos Aires. Finalmente regresó a España en 1962, tras veinticinco años de exilio.


Regreso a España  Se instaló en Madrid donde, en el mes de octubre, realizò una exposición en la galeria Mediterráneo. Retomó el dibujo de viñetas para la Revista Occidente, fue incluida en varias exposiciones sobre la pintura española y volvió a ser figura asidua de las tertulias y el mundo cultural del momento. En 1979 se realizò una exposiciòn antològica de su obra, en la que mostró cuadros de su ùltima serie pictórica, Los moradores del vacìo. 


El 6 de febrero de 1995 muriò en madrid a los noventa y tres años.




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