martes, 18 de abril de 2017

Monasterio de San Pedro de Rocas









La Iglesia Rupestre de San Pedro de Rocas, también llamado monasterio de San Pedro de Rocas, es un antiguo monasterio e iglesia de culto católico ya fuera de uso. Está ubicado en la parroquia de Rocas de la localidad orensana de Esgos en Galicia.



Es el conjunto monacal de más antiguedad de Galicia y el único donde se conserva parte de su estructura original, unas cuevas artificiales excavadas en la roca que sirvierón de capilla y cabecera a una iglesia medieval. Un ejemplo singular de iglesia rupestre excavada bajo el monte Barbeirón.



El conjunto monacal de San Pedro de Rocas está considerada desde el año 1923 como un Bien de Interés Cultural dentro del catálogo de monumentos del patrimonio histórico de España. En la actualidad, ya cerrada al culto, es uno de los principales atractivos turísticos de la Ribeira Sacra y en las dependencias monasteriales acoge un museo y un centro de interpretación de la vida monástica en la Ribeira Sacra. 



Historia: El origen de San Pedro de Rocas es anterior al año 573, año en el que según se conserva en una inscripción encontrada en una lápida en la iglesia del monasterio (esta lápida se conserva en el Museo Arqueológico Provincial de Ourense), cinco habitantes del mismo (Eufrásio, Eusanio, Quinedio, Eatio y Flavio) recibieron algún tipo de herencia. Está ligado al evangelizador Martín de Braga (también conocido como Martín de Dumio o Martín Dumiense) en la época sueva.

A principios del siglo VIII es abandonado debido a los ataques que sufre por parte de los musulmanes. En un documento datado en el año 1007, es donde se lee los privilegios otorgados por el rey Alfonso V de León se relata que en el siglo IX un caballero llamado Gemodus en una cacería encontró las ruinas de un monasterio, o las capillas excavadas y él y sus acompañantes se quedaron a vivir allí como religiosos. Se estima que esta historia es una leyenda.

El origen del monasterio, como el de la mayoría de los monasterios de la Ribeira Sacra, es eremítico asociado al comienzo del cristianismo en tierras gallegas. El paso de orar en solitario (vida eremítica) a orar en comunidad (vida cenobítica) es evidente en este lugar. Aun estando establecida la vida monástica hay constancia de eremíta en los alrededores de San Pedro de Rocas hasta el siglo XV.

Alfonso III de Asturias el Magno, implanta la regla benedictina y dota, al entonces ya cenobio, de grandes donaciones que sus sucesores, Alfonso V en 1007, Alfonso VII, Fernando IV y Enrique III confirman y aumentan.

En el siglo XI un incendio destruye gran parte del monasterio que es reconstruido con ayuda del abad Aloito y la comunidad de Celanova. Desde el año 1199 el monasterio de San Pedro de Rocas se convierte en el priorato más importante del monasterio de San Salvador de Celanova, aunque parece que se une a este monasterio definitivamente en el siglo XV. Anteriormente dependió del monasterio de San Estevo de Ribas de Sil.

Otro incendio vuelve a consumir el conjunto monacal en el año 1640. La reconstrucción que se realiza entonces da el aspecto actual del monasterio que pasó a ser casa rectoral una vez abandonado por los monjes.

Tras la desamortización de Mendizábal en 1836 pasa a ser parroquia que se debe cerrar a comienzos del siglo XX por los numerosos derrumbes que se producen y por ser nuevamente consumido por las llamas. Es cedido a la "Ciudad de los Muchachos de Bemposta" que le devuelven algo de vida. En el año 1923 es catalogado como bien de interes cultural y se ponen medios para su conservación.




Descripción: El conjunto monacal está formado por el edificio de la casa rectoral, actual sede del centro de interpretación, la iglesia y un antiguo cementerio del siglo XIX ya sin servicio. Junto al edificio de dependencias se sitúa la iglesia, verdadera joya de este conjunto. y tras pasar bajo paso natural sobre el que se alza la espadaña campanil se accede a un pequeño espacio que da paso al cementerio.



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